Pajes
¡Qué maravillosa parejita de pajecitos! Claudia tuvo la fortuna de contar con dos sobrinos que ni tardos ni perezosos accedieron a ser los pajes de la boda; el niño creía que jalar la cola del vestido no era sólo sujetarla sino en verdad jalarla, ella es más traquila, estaba feliz de haber sido la que llevara la cola del vestido de su tía Claus.
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Claus -