Blogia
dalih

Abrazo

Abrazo Para muchas personas no es fácil entender cómo es que a otros nos encanta abrazar, sentir -aunque suene cursi- que el corazón del otro ser lata muy cerca del nuestro.
Romántica, sí, sí soy romántica.
Lo que escribo a continuación es algo que todos sentimos pero que no sabemos cómo expresar, como en el texto de beso, sé que a más de un lector le vendrán los recuerdos a la mente, y eso es precisamente lo que pretendo, que a través de lo que escribo esos que se han olvidado de sentir puedan revivir un instante y corran hacia su pareja y experimenten todas las facetas del amar.

Estoy enamorada, mi hombre es lo más sublime para mí, lo he deseado tanto, que esté aquí conmigo, que me abrace, que me pueda hacer sentir que soy mujer, no porque mi cuerpo tenga la apariencia de serlo sino porque mis hormonas me lo exigen y no sé cómo saciarlas.
Ayer lo abracé, le pedí que no me rechazara, que me dejara acercarme, y en cada abrazo recibí con timidez y miedo su correspondencia...pero pronto, apenas unos segundos de estar unidos, me soltaba, no soportaba tenerme sólo así, sin sentir por completo mi carne, mis ansias, todo lo que yo pueda ser y me lo dijo “si me vuelves a abrazar no me podré resistir pero sabes que me tengo que aguantar, por favor no me abraces de nuevo”, lo comprendí, aunque no fue fácil aceptarlo, mis deseos eran otros, no me importaba que no resistiera porque yo tampoco resistía.
Su corazón está conmigo, se ha expresado de mil formas para que yo sepa que me ama, ha comentado que soy su felicidad.
Hoy fue él quien no resistió quedarse solo, sin darme un abrazo, me buscó con sus labios, con su voz, con sus brazos, con su cuerpo entero, y me encontró ansiosa, igual o más que el día anterior y quise hacerlo mío con más ganas, quise sentir sus manos en mis pechos, sus labios recorriendo mi cuerpo, su voz desesperada llamándome y pidiéndome que no lo dejara, sus muslos junto a los míos, su sangre hirviendo por mí.

Atrevanse a vivir y a sentir, ¿qué es lo que pueden perder?

3 comentarios

Alejandra Ponce Matas -

Hola de nuevo Hilda:
creo que nunca hay que arrepentirse de lo que uno hace, es muy bonito todo ese sentimiento y la manera de demostrarlo; Gracias por abrirnos tu corazón...

Hilda -

Ya te gustó decirme cachonda, soy normal, ¿a poco no sientes cositas?, jajaja, me imagino que te pusiste coloradita.
Gracias por estar al pendiente de mi página y por leerla y aportar tus comentarios, me divierto con algunos, con otros reflexiono y te lo agradezco, al igual que a todos los que han escrito algunas líneas en este blog.

Claus -

Ay hermana cachonda, está muy bien el escrito y creo muy acertado tmb, a veces por miedo a anecenderse y saber que no puede pasar más allá de caricias y besos uno tiene que reprimir los abrazos y otras emociones.