Conoce al asnito de Álamos
Un burro en los callejones Caminar por las callecitas siguiendo a una estudiantina es una tradición antigua
Hilda Soto
No podría precisar la fecha exacta en que la primera estudiantina hiciera un recorrido por los callejones de alguna ciudad española, lo cierto es que esta tradición surgió en el viejo continente hace más de cien años.
Las universidades fueron las primeras en adoptar esta práctica y se formaron así varias estudiantinas, cuyo origen es también español.
Cada año, algunos estados del país organizan festivales culturales, en los cuales no pueden faltar las callejoneadas, por lo que piden el apoyo de las universidades. Guanajuato, Zacatecas, Michoacán, Chihuahua, Aguascalientes, Puebla, Sonora, entre otros estados son algunos de los que han seguido esta tradición.
La callejoneada consiste en reunir a una gran cantidad de personas en un lugar determinado por la autoridad que la organiza, a la hora pactada para su inicio la estudiantina empieza a tocar melodías que antiguamente eran exclusivamente españolas, hoy en día se adaptan canciones populares de los pueblos, o bien, temas que en la radio tuvieron éxito, pero siempre tocadas con los instrumentos clásicos de una estudiantina, entre ellos el pandero, la guitarra, y el requinto.
La estudiantina dirige a las personas que forman parte de la callejoneada y las conduce cantando y bailando por los callejones y suele dar fin en una plaza o lugar acondicionado para que la gente que estuvo en el recorrido pueda pararse a platicar un momento o disfrutar de algún guiso si es que hay kermés.
El burro Gasparín
En la Ciudad de Alamos, Sonora, las callejoneadas se han vuelto en una tradición y durante los años que lleva realizándose el Festival Alfonso Ortiz Tirado, todos los días se la semana se hace un recorrido por los bellos callejones de la ciudad que tiene arquitectura colonial.
Este año, Ramón Sánchez Macías habló con nosotros y nos contó de su experiencia en las callejoneadas durante cuatro años, que son los que tiene su burro Gasparín participando en el festival.
Primero mencionó que el nombre del burrito no fue elegido directamente por él sino por la gente, pues les pareció bonito llamarlo así.
El burro tiene solamente 13 años, y cuatro de ellos dedicado a abastecer de vino blanco o tinto a las personas que se congregan para realizar el recorrido de la callejoneada.
Aquí hace mucho que se hacen las callejoneadas, yo llevo 17 años participando pero con mi burrito apenas tengo cuatro años porque se murió el otro burrito y me pidieron que yo trajera a Gasparín para seguir con esta tradición.
Mencionó que la gente quiere mucho al burrito y le hacen cariñitos, cosa que Gasparín agradece caminando todas las noches por las calles empedradas de la ciudad, cargando en su lomo alrededor de 12 botellas de vino de las que convida un trago a los asiduos pobladores y visitantes que caminan, cantan y bailan con la estudiantina.
La callejoneada es una tradición de antiguos tiempos, es una historia común que dice que todos los patriotas de antes, los que tenían la manera, hacían callejoneadas y ellos salían a las calles, ponían un barril de tequila arriba del burro y andaba un músico con una guitarra y otro con un violín y una tambora y éstos se paseaban en los callejones y los muchachos se les iban uniendo al pasar por su calle, les daban del tequila y cuando se quedaban votados los acostaban en la banqueta, los dejaban ahí y se iban los señores. Al otro día se juntaban otra vez en la plazuela para ponerse de acuerdo en la fecha en que harían otra callejoneada, explicó don Ramón.
Recordó también que en aquél tiempo era menos gente la que asistía, ahora se reúnen personas que van a Alamos de Obregón, Navojoa, Hermosillo y otras regiones cercanas a La Ciudad de los Portales, conocida así también por su majestuosa arquitectura.
Alamos ha crecido mucho y se ha puesto muy bonito y deseamos que así fuera todo el tiempo, de que se pasearan todos entre nosotros y estuvieran aquí los admiradores que vienen a visitarnos, yo quisiera que ellos mismos fueran parte de la ciudad.
Yo opino que es una tradición muy bonita, cada año se festeja esto, es bueno para toda la gente, por ejemplo a los que venden comida y las cervecerías hacen muy buen dinero y se ayudan, se ayudan también en los edificios, en los gastos que hacen.
Ahora de que dicen que viene gente y hace mucho relajo y maldades, no es así, debemos comprender que los que vienen, vienen a un paseo, a divertirse y nosotros también nos divertimos porque estamos viendo a las personas cómo son, cómo vienen, ahora nosotros si no tuviéramos estas fiestas cómo nos íbamos a divertir, qué íbamos a ver, necesitamos ambiente de otras personas que vengan y aprendemos del pensamiento de los que nos visitan, y estoy muy de acuerdo con esto y quiero que ustedes mismos nos entiendan también, comentó el señor Sánchez Macías.
Por último dijo que el burrito seguirá siendo parte de las callejoneadas durante los nueve días que dura el festival y durante el tiempo que la gente lo quiera con ellos, pues en verdad le toman cariño y aprecio al animalito.
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Brissa Bravo realivazquez -